Neymar, Barcelona
Foto: Getty Images
Barcelona expone su liderato ante un Celta de Vigo que marcha invicto y sueña con dar un sonoro campanazo en Balaidós ante su afición para ocupar el lugar de los culés
Celta de Vigo y Barcelona, dos de los cinco equipos que aún
permanecen invictos en la Liga española, miden sus fuerzas en Balaídos,
en un partido al que ambos llegan en un gran momento de forma y en el
que el cuadro azulgrana recupera a Gerard Piqué tras cumplir los cuatro
partidos de sanción.
Consulta la clasificación de la Liga española 2015-2016 AQUÍ.
La convincente victoria frente al Sevilla (1-2), con una primera parte en la que rozó la perfección, ha sido la respuesta del Celta a su empate frente a la UD Las Palmas, el único tropiezo en este inicio de curso del conjunto dirigido por el argentino Eduardo "Toto" Berizzo.
La visita del Barcelona supondrá una prueba fuego para los celestes, que la temporada pasada ya vencieron a los de Luis Enrique en el Camp Nou y le hicieron sufrir en Balaídos. Es un desafío mayúsculo para un equipo que, en caso de victoria, dispararía su cotización y superaría, además, a su rival en la clasificación.
El Barcelona es el único equipo de la competición que ha ganado todos sus encuentros, pero sabe que el choque de mañana es, a priori, muy exigente. Así lo ha hecho saber Luis Enrique, extécnico precisamente del Celta.
El conjunto vigués afronta el duelo con la única duda de si el lateral Jonny, expulsado en el último partido, estará a disposición del técnico argentino, ya que el club presentó alegaciones a su segunda tarjeta amarilla y el Comité de Competición se reúne hoy.
Si el internacional sub-21 no puede jugar su puesto será ocupado por el exazulgrana Carles Planas. Su entrada y la de Fontás, otro exbarcelonista, una vez se ha recuperado de la tendinitis que sufrió la semana pasada, serían las dos novedades en el once celeste.
No se prevén más cambios en la alineación inicial, la misma en la que el técnico argentino ha confiado desde que empezó el campeonato, con la excepción del cambio de Sergio por el lesionado Rubén Blanco en la portería tras la lesión de éste en la primera jornada.
Berizzo no acostumbra a realizar rotaciones y tampoco las hará mañana: Hugo Mallo jugará en el lateral derecho, Cabral y Fontás como centrales; Wass y Augusto repetirán en el doble pivote, con Orellana y Nolito en las bandas, el Tucu Hernández como enganche y Aspas como delantero centro.
El partido tendrá el morbo de ver a Nolito enfrentándose al que pudo ser su equipo este verano, y servirá para calibrar el enfado de un sector del celtismo con algunos de sus jugadores, especialmente con el internacional chileno Tucu Hernández, al que le silbaron en el último partido en Vigo.
El Barcelona recupera a Gerard Piqué, después de haber cumplido el central cuatro partidos de sanción, y su entrada quizá envíe de nuevo al banquillo a un Marc Bartra que cuajó una soberbia actuación el domingo contra el Levante (4-1).
El Barça regresa a un campo en el que el año pasado se llevó el triunfo merced a un gol del francés Mathieu, pero en el que sufrió lo indecible para someter a un Celta que le jugó de tú a tú, situación que ya ha advertido Luis Enrique que volverá a acontecer mañana, quizá incrementada por la situación favorable en que se encuentra el cuadro gallego.
Después de llevar a cabo numerosas rotaciones en la jornada pasada, se espera la alineación del uruguayo Luis Suárez, así como de Andrés Iniesta, ausentes contra el Levante.
El Barcelona necesita jugadores de toque atrás más que nunca para poder sacar con criterio y autoridad el balón ante lo que le espera, debido a que el Celta será un equipo que presionará ya en la salida para poder someter a los azulgrana en su campo, y frenar también a el tridente celtiña de delante, con Nolito, Orellana e Iago Aspas.
Por ello, se espera una línea de cuatro con Alves, Piqué, Mascherano y Alba, que también regresaría al lateral izquierdo tras un partido de descanso.
De esta forma, no extrañaría si Luis Enrique apuesta por su equipo de gala para este choque, por la exigencia del rival y por los riesgos que entraña, después de ser el Celta uno de los equipos que más apuros le puso la temporada pasada, y volver a las rotaciones el próxima sábado en el Camp Nou contra Las Palmas.
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La convincente victoria frente al Sevilla (1-2), con una primera parte en la que rozó la perfección, ha sido la respuesta del Celta a su empate frente a la UD Las Palmas, el único tropiezo en este inicio de curso del conjunto dirigido por el argentino Eduardo "Toto" Berizzo.
La visita del Barcelona supondrá una prueba fuego para los celestes, que la temporada pasada ya vencieron a los de Luis Enrique en el Camp Nou y le hicieron sufrir en Balaídos. Es un desafío mayúsculo para un equipo que, en caso de victoria, dispararía su cotización y superaría, además, a su rival en la clasificación.
El Barcelona es el único equipo de la competición que ha ganado todos sus encuentros, pero sabe que el choque de mañana es, a priori, muy exigente. Así lo ha hecho saber Luis Enrique, extécnico precisamente del Celta.
El conjunto vigués afronta el duelo con la única duda de si el lateral Jonny, expulsado en el último partido, estará a disposición del técnico argentino, ya que el club presentó alegaciones a su segunda tarjeta amarilla y el Comité de Competición se reúne hoy.
Si el internacional sub-21 no puede jugar su puesto será ocupado por el exazulgrana Carles Planas. Su entrada y la de Fontás, otro exbarcelonista, una vez se ha recuperado de la tendinitis que sufrió la semana pasada, serían las dos novedades en el once celeste.
No se prevén más cambios en la alineación inicial, la misma en la que el técnico argentino ha confiado desde que empezó el campeonato, con la excepción del cambio de Sergio por el lesionado Rubén Blanco en la portería tras la lesión de éste en la primera jornada.
Berizzo no acostumbra a realizar rotaciones y tampoco las hará mañana: Hugo Mallo jugará en el lateral derecho, Cabral y Fontás como centrales; Wass y Augusto repetirán en el doble pivote, con Orellana y Nolito en las bandas, el Tucu Hernández como enganche y Aspas como delantero centro.
El partido tendrá el morbo de ver a Nolito enfrentándose al que pudo ser su equipo este verano, y servirá para calibrar el enfado de un sector del celtismo con algunos de sus jugadores, especialmente con el internacional chileno Tucu Hernández, al que le silbaron en el último partido en Vigo.
El Barcelona recupera a Gerard Piqué, después de haber cumplido el central cuatro partidos de sanción, y su entrada quizá envíe de nuevo al banquillo a un Marc Bartra que cuajó una soberbia actuación el domingo contra el Levante (4-1).
El Barça regresa a un campo en el que el año pasado se llevó el triunfo merced a un gol del francés Mathieu, pero en el que sufrió lo indecible para someter a un Celta que le jugó de tú a tú, situación que ya ha advertido Luis Enrique que volverá a acontecer mañana, quizá incrementada por la situación favorable en que se encuentra el cuadro gallego.
Después de llevar a cabo numerosas rotaciones en la jornada pasada, se espera la alineación del uruguayo Luis Suárez, así como de Andrés Iniesta, ausentes contra el Levante.
El Barcelona necesita jugadores de toque atrás más que nunca para poder sacar con criterio y autoridad el balón ante lo que le espera, debido a que el Celta será un equipo que presionará ya en la salida para poder someter a los azulgrana en su campo, y frenar también a el tridente celtiña de delante, con Nolito, Orellana e Iago Aspas.
Por ello, se espera una línea de cuatro con Alves, Piqué, Mascherano y Alba, que también regresaría al lateral izquierdo tras un partido de descanso.
De esta forma, no extrañaría si Luis Enrique apuesta por su equipo de gala para este choque, por la exigencia del rival y por los riesgos que entraña, después de ser el Celta uno de los equipos que más apuros le puso la temporada pasada, y volver a las rotaciones el próxima sábado en el Camp Nou contra Las Palmas.
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