Atumba abierta. Así se adivina la cita de esta noche en Balaídos. Dos equipos con mucho que ganar y poco que perder. Porque para los dos el pase a las semifinales resulta casi una hazaña. Para los blancos, porque sería una remontada histórica, apelando a la épica que tanto va con su escudo. Para los vigueses, porque se plantarían por segundo año consecutivo en las semifinales de la Copa dejando en la cuneta a todo un Real Madrid.
Se prevé por tanto un intercambio de golpes por parte de un Madrid que necesita marcar como mínimo dos goles, siempre que no marque el Celta, para dar la vuelta al resultado de la ida (1-2) y plantarse en semifinales, y también para un Celta que tiene claro que especular con la renta sería un suicidio. La consigna de los de Berizzo es ir a por el partido para marcar y encarrilar el pase. Y prueba de que no se trata de un farol es que el técnico del Celta apostará por un delantero centro como el sueco John Guidetti para suplir la baja del centrocamposta Tucu Hernández, que no puede jugar por sanción.
Menos bajas en ataque
Zidane, en busca del gol, podrá contar al final con Cristiano, que era duda por un fuerte golpe en el empeine sufrido frente al Málaga. En medio de la plaga de lesiones, el galo se lleva esta y otra buena noticia, que cuenta con Danilo, más cómodo lejos de casa. Zidane anunciaba en rueda de prensa la presencia de estos dos jugadores, aunque poco le duró la alegría. Minutos después se anunciaba la lista, en la que había una nueva baja en defensa, Raphael Varane.
Aunque ya es sabido, conviene recordar la lista de ausencias porque resulta complicado de asimilar: al citado Varane, hay que añadir a Modric, Marcelo, Carvajal, James, Pepe y Bale. Muchos de ellos componen la columna vertebral del once de Zidane.
No es fácil adivinar el once del francés, sobre todo en la retaguardia. Tiene cinco zagueros sanos, y uno de ellos es Coentrao, fuera de forma, y el otro el prometedor Achraf, que sube del Castilla.
Teniendo en cuenta que hay que cargar con toda la artillería, al citado Cristiano habrá que sumar a Benzema, a Lucas Vázquez, a Asensio o al propio Isco para acompañar a Kroos y Casemiro. Jugadores con vocación ofensiva es lo que hace falta y pese a las bajas, al Madrid le sobran. Morata podría ser otra alternativa en busca de remate y de gol.
El Celta tampoco se esconde. Iago Aspas jugará más tirado a la derecha y Bongonda en la izquierda para colocar en el centro del ataque a Guidetti. Pese a que no quiere colgarse el cartel de favorito, los locales tiene que asumir parte. Un Madrid con siete bajas frente a un Celta con siete jugadores frescos que reservó Berizzo en el último partido de Liga. Juegan en casa con una buena renta. Balaídos tiene derecho a soñar.
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