Foto: EFE
Barcelona vence 5-4 en tiempos extra al Sevilla y gana la Supercopa de Europa, su cuarto título de la temporada
TBILISI, Georgia. Ago. 11, 2015.- El Barcelona se alzó con la Supercopa de Europa, el cuarto de los seis títulos a los que opta este año, tras derrotar en la prórroga al Sevilla (5-4), en una auténtica fiesta del futbol español que decidió el futbolista que está a punto de abandonar el club: Pedro Rodríguez.
Tuvo que ser el canario, que está a horas punto de abandonar el Barcelona, el que pusiera el broche a los 115 minutos ante el júbilo de los 55 mil aficionados que llenaron las gradas del estadio del Dínamo de Tbilisi, que no dejaron de animar al equipo de Luis Enrique.
El campeón de Europa, en el que Lionel Messi marcó dos bellos goles a balón parado en los primeros quince minutos, sudó la victoria, ya que el Sevilla se adelantó en el marcador a los tres minutos y posteriormente logró remontar un marcador desfavorable de 4-1 en el segundo tiempo.
De esta forma, el Barcelona de Luis Enrique logra el póker de títulos en lo que va de año -Liga, Copa, Liga de Campeones y el título de esta noche-, se acerca al Sextete e iguala con el AC Milan en el historial de Supercopas de Europa con cinco entorchados.
Todas las estrategias de los dos equipos se fueron al traste al poco de comenzar el partido con el golazo del argentino Éver Banega, cuyo impecable saque de falta al borde del área hizo inútil la estirada del portero azulgrana a los tres minutos.
Los sevillistas estaban felices, pero su alegría apenas les duró un suspiro, ya que Messi devolvió el empate en el marcador tres minutos después con la falta igual de perfecta que la de su compatriota argentino.
De nuevo Messi volvió a dejar claro porqué es para muchos el mejor jugador de la historia, al marcar de rosca en otro disparo de tiro libre, aunque Beto reaccionó tarde y pudo hacer algo más. 2-1 en 15 minutos.
Al 42' un pase largo fue aprovechado por Luis Suárez para romper el fuera de juego y plantarse delante de Beto, pero éste despejó su disparo raso, aunque el peligro no acabó ahí.
Lejos de frustrarse, el uruguayo esperó la llegada de refuerzos y dio un magnífico pase entre las piernas del defensa que le encaró que fue aprovechado por Rafinha, que se había internado en el área como una exhalación, para finiquitar la primera parte.
La segunda parte comenzó como acabó la primera, es decir, con un nuevo gol de la engrasada máquina azulgrana, aunque a ello también contribuyó la errática defensa sevillista. Suárez aprovechó el regalo para marcar con un disparo raso tras recibir el balón en el corazón del área grande de manos del recuperador Busquets (min.52).
Entonces, aunque tarde para su equipo, reapareció el veterano Reyes para marcar con la derecha un impecable centro de Vitolo (min.57), el mejor de su equipo. Émery recurrió al ucraniano Konoplyanka y justo después el Sevilla metió el miedo en el cuerpo de un Barcelona que pagó caro su exceso de confianza. Marcó Gameiro tras un innecesario penalti de Mathieu (min.72).
El siguiente cambio también fue providencial, ya que el italiano Inmobile, que se le escapó incomprensiblemente a Bartra, se sacó de la chistera un pase de gol que no desaprovechó Konoplyanka para poner el increíble empate a cuatro a ocho minutos del final.
Ya en la prórroga, Luis Enrique dio entrada a Pedro en un intento de corregir el desbarajuste que provocaron sus propios cambios durante el tiempo reglamentario.
Messi parecía cansado y, consecuentemente, desde mediada la segunda parte al campeón de Europa pareció tomarle una depresión y le faltaron ideas para romper la defensa rival, pero ahí estaba Pedro. Reapareció a tiempo para marcar de manera oportunista después de que Beto hiciera una fenomenal parada ante un duro disparo de Messi.
El Sevilla no se rindió y pudo haber empatado en el descuento, pero primero Coke de cabeza y luego Rami, remató fuera al borde del área pequeña con la portería completamente vacía.
Nada más ser designado capitán del equipo, Iniesta tuvo así la oportunidad de levantar su primera copa con ese brazalete e igualar a Xavi en número de títulos a lo largo de su carrera con 28 títulos.
Tuvo que ser el canario, que está a horas punto de abandonar el Barcelona, el que pusiera el broche a los 115 minutos ante el júbilo de los 55 mil aficionados que llenaron las gradas del estadio del Dínamo de Tbilisi, que no dejaron de animar al equipo de Luis Enrique.
El campeón de Europa, en el que Lionel Messi marcó dos bellos goles a balón parado en los primeros quince minutos, sudó la victoria, ya que el Sevilla se adelantó en el marcador a los tres minutos y posteriormente logró remontar un marcador desfavorable de 4-1 en el segundo tiempo.
De esta forma, el Barcelona de Luis Enrique logra el póker de títulos en lo que va de año -Liga, Copa, Liga de Campeones y el título de esta noche-, se acerca al Sextete e iguala con el AC Milan en el historial de Supercopas de Europa con cinco entorchados.
Todas las estrategias de los dos equipos se fueron al traste al poco de comenzar el partido con el golazo del argentino Éver Banega, cuyo impecable saque de falta al borde del área hizo inútil la estirada del portero azulgrana a los tres minutos.
Los sevillistas estaban felices, pero su alegría apenas les duró un suspiro, ya que Messi devolvió el empate en el marcador tres minutos después con la falta igual de perfecta que la de su compatriota argentino.
De nuevo Messi volvió a dejar claro porqué es para muchos el mejor jugador de la historia, al marcar de rosca en otro disparo de tiro libre, aunque Beto reaccionó tarde y pudo hacer algo más. 2-1 en 15 minutos.
Al 42' un pase largo fue aprovechado por Luis Suárez para romper el fuera de juego y plantarse delante de Beto, pero éste despejó su disparo raso, aunque el peligro no acabó ahí.
Lejos de frustrarse, el uruguayo esperó la llegada de refuerzos y dio un magnífico pase entre las piernas del defensa que le encaró que fue aprovechado por Rafinha, que se había internado en el área como una exhalación, para finiquitar la primera parte.
La segunda parte comenzó como acabó la primera, es decir, con un nuevo gol de la engrasada máquina azulgrana, aunque a ello también contribuyó la errática defensa sevillista. Suárez aprovechó el regalo para marcar con un disparo raso tras recibir el balón en el corazón del área grande de manos del recuperador Busquets (min.52).
Entonces, aunque tarde para su equipo, reapareció el veterano Reyes para marcar con la derecha un impecable centro de Vitolo (min.57), el mejor de su equipo. Émery recurrió al ucraniano Konoplyanka y justo después el Sevilla metió el miedo en el cuerpo de un Barcelona que pagó caro su exceso de confianza. Marcó Gameiro tras un innecesario penalti de Mathieu (min.72).
El siguiente cambio también fue providencial, ya que el italiano Inmobile, que se le escapó incomprensiblemente a Bartra, se sacó de la chistera un pase de gol que no desaprovechó Konoplyanka para poner el increíble empate a cuatro a ocho minutos del final.
Ya en la prórroga, Luis Enrique dio entrada a Pedro en un intento de corregir el desbarajuste que provocaron sus propios cambios durante el tiempo reglamentario.
Messi parecía cansado y, consecuentemente, desde mediada la segunda parte al campeón de Europa pareció tomarle una depresión y le faltaron ideas para romper la defensa rival, pero ahí estaba Pedro. Reapareció a tiempo para marcar de manera oportunista después de que Beto hiciera una fenomenal parada ante un duro disparo de Messi.
El Sevilla no se rindió y pudo haber empatado en el descuento, pero primero Coke de cabeza y luego Rami, remató fuera al borde del área pequeña con la portería completamente vacía.
Nada más ser designado capitán del equipo, Iniesta tuvo así la oportunidad de levantar su primera copa con ese brazalete e igualar a Xavi en número de títulos a lo largo de su carrera con 28 títulos.
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