Real Madrid y Barcelona se miden en la edición 234 del Superclásico en un duelo que marcará definitivamente el destino de la Liga de España
No, no es una Final, pero sí que podría ser el final de la Liga de España, como si faltaran leños para arrojar al fuego que significa la rivalidad más importante y más férrea en todo el planeta futbolístico. Real Madrid y Barcelona chocan este domingo en la edición 234 del encuentro doméstico más apasionante del mundo.
La Castellana es, una vez más, zona de guerra. “Merengues” y “Culés” se citan para dictar sentencia definitiva sobre quién se quedará el título de la Liga de España 2016-2017 cuando el certamen se encuentra en su fecha 33; especialmente para la causa blaugrana, que anhela el triunfo en el Estadio Santiago Bernabéu como un náufrago que busca agua dulce en medio del océano, no así para los blancos, a quienes todavía les queda futuro por abrazar sin importar el resultado del clásico.
Sí, porque el Real Madrid comanda la competición con 75 puntos, tres más sobre su odiado rival, encima de que tiene un partido pendiente contra el Celta de Vigo. Razón superficial dentro de toda la marea de sentimientos que hay en estos partidos, en los que por 90 minutos se olvidan títulos, torneos, puntos, ventajas y solamente los colores blancos y blaugranas privan los sentidos de los 22 jugadores en la cancha: orgullo puro.
Zinedine Zidane, técnico del Real Madrid, ha vivido una vorágine de éxitos desde que asumió el banco de Valdebebas, pero una asignatura pendiente para el francés está en el horizonte: vencer a los catalanes en La Castellana. Sabedor de que los tres puntos no solmente significan tener que hacer espacio en las vitrinas para una liga que se les ha negado en las últimas 4 ediciones, sino que también representa la seductora posibilidad de privar al Barcelona de una temporada aceptable y que se limitaría solo a la posible conquista de la Copa del Rey.
Pero si de tareas pendientes se habla, para eso también está Lionel Messi. El astro del Barça, que también ha conseguido gestas inolvidables con su escuadra ante los “Merengues”, vive una sequía en los Superclásicos. El argentino no ha anotado al Real Madrid desde marzo de 2014. Para este domingo, “La Pulga” tendrá la oportunidad de encumbrar a su escuadra, como en los no tan viejos tiempos, a pesar de que el técnico Luis Enrique (quien dirigirá su último encuentro ante los madridistas) se aferre a la idea de que la figura de Messi impone aunque solo deambule en el campo. El sudamericano deberá pensar en romper su maldición particular sin uno de sus más grandes socios: el suspendido Neymar, quien es la gran baja que presentan los catalanes.
Con solo la MS, el Barcelona enfrenta el encuentro que podría sepultar toda su temporada, máxime si se toma en cuenta la eliminación de la Champions League ante la Juventus. Situación muy opuesta vive el Real Madrid, que con el liderato español como estandarte, logró a mitad de semana su pase a Semifinales del certamen continental a expensas del Bayern Múnich y con un Cristiano Ronaldo inspirado (5 tantos del portugués en la eliminatoria). Aunque no todo es buenas noticias para los capitalinos, quienes también presentan una baja fundamental y que le resta una B a su conocida BBC: la de Gareth Bale.
El Barça será líder si triunfa en el Bernabéu, aunque todavía dependerá de lo que acontezca en el ya referido compromiso pendiente. No es una Final, pero no hace falta que lo sea: Real Madrid y Barcelona son quizás los dos únicos equipos que pueden hacer que los mares se abran, pero cuando los dos están en la misma cancha, el sol y el resto de los planetas del sistema solar son los que giran alrededor de la tierra.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario