Granada, España (EFE) -
El mexicano Guillermo Ochoa volvió a tener una destacada actuación bajo los tres postes, pero ni así pudo evitar la derrota del Granada como visitante por 1-3 frente al Valencia, con lo que se acerca cada vez más a la Segunda División después de haber sumado solo un punto en las seis últimas jornadas y de seguir a siete del corte de la permanencia.
Dos goles en dos minutos del italiano Simone Zaza mediado el primer tiempo y otro de Santi Mina al inicio del segundo acto sentenciaron un choque controlado desde el 0-2 a placer por el Valencia, mientras que el tanto del honor local lo marcó el argentino Ezequiel Ponce, muy pitado desde ese momento por mandar callar a la grada.
El 0-1 llegó con un cabezazo en el minuto 19, tras un perfecto centro de Martín Montoya, y el 0-2, sin apenas tiempo para la recuperación local, con un remate a placer en el segundo palo después de un preciso envío lateral del vigués Santi Mina.
El cuadro andaluz, pitado desde ese momento por su afición en cada acción, apenas fue capaz de reaccionar hasta el descanso, a pesar de que el técnico Lucas Alcaraz movió piezas a la media hora con la entrada del francés Jeremie Boga por el islandés Ingason.
Un remate fuera del ucraniano Artem Kravets y otro de Boga que atrapó sin problemas Diego Alves fueron las mejores acciones rojiblancas hasta el intermedio, mientras que el mexicano Guillermo Ochoa evitó el 0-3 en un mano a mano ante Zaza en una gran contra llevada por el portugués Joao Cancelo.
En el inicio del segundo tiempo, Ezequiel Ponce, que reemplazó en el descanso a Kravets, puso a prueba dos veces a Diego Alves.
Sin embargo, fue un espejismo porque a los diez minutos de la reanudación el Valencia sentenció el choque cuando, tras una posesión larguísima, Santi Mina firmó el 0-3 libre de marca desde el punto de penalti a pase desde la derecha de Carlos Soler.
El Granada redujo diferencias diez minutos después al aprovechar Ezequiel Ponce un robo de balón ante la relajada zaga local para batir de disparo cruzado a Diego Alves.
El argentino mandó callar a la grada tras marcar el 1-3 y desde entonces se convirtió en el centro de las críticas de la enfadada afición local.
El Granada, sin apenas crear peligro, siguió insistiendo hasta el final, aunque fue el cuadro che el que perdonó un nuevo gol con dos grandes paradas de Ochoa ante Munir El Haddadi y Carlos Soler en una misma jugada de ataque.
El propio Munir marró después un par de buenas ocasiones más en medio de un enrarecido ambiente, con gritos masivos de "Ponce vete ya" desde la grada y una ovación para el brasileño del Valencia Guilherme Siqueira, exjugador rojiblanco, cuando entró al campo en sustitución de Santi Mina.
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