Los tantos de Thomas Müller (11m.), de Miroslav Klose (22m.), Toni Kroos (24m. y 25m.) y Kedhira (29m.) fueron demasiado para los hinchas locales.
La postal inicial, con más de 50.000 hinchas que tiñieron de amarillo el estadio, se fue desdibujando y los pocos más de 5.000 alemanes ganaron presencia en la bandeja superior del arco que defendió su arquero Manuel Neuer.
Las adayacencias del Mineirao a poco se fueron poblando de simpatizantes desahuciados que no encontraban explicación a semejante humillación futbolística en el primer tiempo. Esta vez la alegría, sí tuvo fin.
Al final, aquellos que optaron por dejar sus asientos de forma prematura, se ahorraron atestiguar un par de anotaciones más con estampa teutona, así como el descuento de Oscar en el 7-1 definitivo.