Honduras amenaza con complicarle en serio el inicio del sendero de la Copa Oro 2015 a Estados Unidos que debe encarar el juego sin reserva alguna
La etiqueta de favorito se gana a base de esfuerzo, de
constancia y dedicación; no obstante, también se defiende con sangre,
sudor y, quizá, lágrimas.
En el inicio de la Copa Oro 2015, Estados Unidos tendrá el que, en esencia, debería ser su partido más complicado de la fase de grupos: choca ante Honduras en el Toyota Stadium de Dallas.
Se espera una auténtica guerra entre estos dos conjuntos, señalados como seguros ocupantes de las plazas 1 y 2 del sector A, el cual comparten con Panamá y Haití, y, por ende, de los boletos que ellas otorgan para avanzar a la ronda de los cuartos de final de esta Copa Oro.
No obstante lo ríspido que será el encuentro, Estados Unidos no tiene pretexto alguno para no salir con la mano en alto. Actual campeón del certamen, tiene la obligación de, prácticamente, arrasar con todos los contendientes que no sean México y Costa Rica.
Para esta misión, Jurgen Klinsmann presenta un bloque que puede presumir de tener un proceso de trabajo considerable. Un conglomerado que fue capaz de derrotar a Holanda y Alemania en sus propios feudos.
Estados Unidos cuenta con Clint Dempsey, Michael Bradley y Brad Guzan como sus hombres de experiencia; además, exhibe a futbolistas consolidados y peligrosos en los botines de DeAndre Yedlin, Omar González, Chris Wondolowski y Jozy Altidore.
Por su parte, los catrachos se recargan en el buen trabajo táctico de Jorge Luis Pinto que apuesta por una revolución dinámica sin pilares como Costly, Wilson Palacios y Roger Espinoza, pero con jugadores que deben ir por su consagración: Mario Martínez, Andy Najar y Jorge Claros.
El orden, frialdad y juego veloz de los norteamericanos se topará de frente con un Honduras de mucho mayores recursos a nivel cancha, pero con la esencia física, rocosa y competitiva de antaño.
En el inicio de la Copa Oro 2015, Estados Unidos tendrá el que, en esencia, debería ser su partido más complicado de la fase de grupos: choca ante Honduras en el Toyota Stadium de Dallas.
Se espera una auténtica guerra entre estos dos conjuntos, señalados como seguros ocupantes de las plazas 1 y 2 del sector A, el cual comparten con Panamá y Haití, y, por ende, de los boletos que ellas otorgan para avanzar a la ronda de los cuartos de final de esta Copa Oro.
No obstante lo ríspido que será el encuentro, Estados Unidos no tiene pretexto alguno para no salir con la mano en alto. Actual campeón del certamen, tiene la obligación de, prácticamente, arrasar con todos los contendientes que no sean México y Costa Rica.
Para esta misión, Jurgen Klinsmann presenta un bloque que puede presumir de tener un proceso de trabajo considerable. Un conglomerado que fue capaz de derrotar a Holanda y Alemania en sus propios feudos.
Estados Unidos cuenta con Clint Dempsey, Michael Bradley y Brad Guzan como sus hombres de experiencia; además, exhibe a futbolistas consolidados y peligrosos en los botines de DeAndre Yedlin, Omar González, Chris Wondolowski y Jozy Altidore.
Por su parte, los catrachos se recargan en el buen trabajo táctico de Jorge Luis Pinto que apuesta por una revolución dinámica sin pilares como Costly, Wilson Palacios y Roger Espinoza, pero con jugadores que deben ir por su consagración: Mario Martínez, Andy Najar y Jorge Claros.
El orden, frialdad y juego veloz de los norteamericanos se topará de frente con un Honduras de mucho mayores recursos a nivel cancha, pero con la esencia física, rocosa y competitiva de antaño.
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