A pesar de ser primero de grupo, Jamaica sabe que de no ganar ante El Salvador su clasificación a los cuartos de final de la Copa Oro podría complicársele
Ante la incertidumbre, lo potencial, más vale no especular y
dejar atrás cualquier complacencia que pueda cruzar por la mente. Las
consecuencias de no hacerlo podrían ser lamentables.
De a poco, la fase de grupos de la Copa Oro 2015 va feneciendo; toca el turno de mostrarse por última vez en esta instancia a los miembros del grupo B con el BMO Field de Toronto como sede: Jamaica en contra de El Salvador.
Para los jamaicanos el panorama es mucho más seductor que para los salvadoreños. Son primeros de grupo con cuatro puntos y, virtualmente, poseen un boleto para participar en los cuartos de final de este certamen.
Por su parte, El Salvador cuenta en sus arcas con dos unidades y es el mejor tercer lugar de la competencia, por lo que también estaría, potencialmente, en la siguiente fase. Sin embargo, versa la sabiduría popular que "del plato a la boca, se cae la sopa".
Así, la ecuación para resolver el enigma de la trascendencia en la Copa Oro para estos dos contendientes es sencillo: vencer para convertir en realidad lo que, hasta ahora, es un lindo cuento de hadas.
Y es que de aparecer un empate, el uso de la aritmética tendría que ser obligatorio; en esa ciencia, siempre hay un resquicio para la pérdida, para la fatalidad. Tan simple y doloroso como saberse separados del control de su destino.
El último parámetro del nivel futbolístico tanto de Jamaica como de El Salvador indica que los Reggae Boys llegan en mejor forma, pues superaron sin problemas a Canadá, mientras que los cuscatlecos no pudieron pasar del empate con una Costa Rica venida a menos.
De a poco, la fase de grupos de la Copa Oro 2015 va feneciendo; toca el turno de mostrarse por última vez en esta instancia a los miembros del grupo B con el BMO Field de Toronto como sede: Jamaica en contra de El Salvador.
Para los jamaicanos el panorama es mucho más seductor que para los salvadoreños. Son primeros de grupo con cuatro puntos y, virtualmente, poseen un boleto para participar en los cuartos de final de este certamen.
Por su parte, El Salvador cuenta en sus arcas con dos unidades y es el mejor tercer lugar de la competencia, por lo que también estaría, potencialmente, en la siguiente fase. Sin embargo, versa la sabiduría popular que "del plato a la boca, se cae la sopa".
Así, la ecuación para resolver el enigma de la trascendencia en la Copa Oro para estos dos contendientes es sencillo: vencer para convertir en realidad lo que, hasta ahora, es un lindo cuento de hadas.
Y es que de aparecer un empate, el uso de la aritmética tendría que ser obligatorio; en esa ciencia, siempre hay un resquicio para la pérdida, para la fatalidad. Tan simple y doloroso como saberse separados del control de su destino.
El último parámetro del nivel futbolístico tanto de Jamaica como de El Salvador indica que los Reggae Boys llegan en mejor forma, pues superaron sin problemas a Canadá, mientras que los cuscatlecos no pudieron pasar del empate con una Costa Rica venida a menos.
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