SAN NICOLÁS DE LOS GARZA, México. Abr. 09, 2014.- Los Alebrijes intentaron desafiar cualquier ley existente. Así como los Wright desafiaron la gravedad, o cuando Sagan se atrevió a traspasar cualquier límite de lo conocido. Pero no: la lógica fue una norma muy contundente esta noche en el Estadio Universitario de Nuevo León, exenta de cualquier perturbación física o incluso mágica, la lógica dictó que los Tigres pudieran embriagarse de una copa increíblemente deseada en Zuazua.

Los Tigres golearon 3-0 a Oaxaca y se alzaron como Campeones de la Copa MX Clausura 2014, un resultado tan esperado como cruel para unos Alebrijes que mostraron valentía, honor y amor a su profesión, pero que acabaron por sucumbir ante el innegable talento que tiene el conjunto de la UANL, especialmente en las piernas de Juninho, Pulido y Lobos, autores de los tantos de esta noche.

Los dirigidos por Ricardo Ferretti culminan un torneo de ensueño, para enfilarse ahora a un desafío ante Monarcas Morelia, con el que disputarán el boleto de México 3 para la próxima Copa Libertadores 2015. Un logro esperado, pero con un interés totalmente impredecible, para un equipo que, bajo el mando del "Tuca", ha despreciado cualquier competencia que no sea la Liga MX, incluída la mismísima Libertadores.

Pero la historia es diferente, y es escrita por los vencedores. El equipo que fuera el hazmerreír del futbol mexicano durante los primeros meses de 2014 tiene hoy un motivo suficiente para sonreír, Tigres vio en la Copa MX un refugio ante su mal paso en el Clausura; tomaron fuerza del certamen copero, se hicieron fuertes en él y tomaron impulso para sus compromisos ligueros. Este miércoles, se consolidó solamente la trayectoria brillante de los universitarios en este certamen, Tigres tomaba una pizca de elixir de la fuente copera partido a partido; hoy simplemente, asaltó y confiscó toda la fuente de la vida, por derecho propio, casi divino.

Oaxaca se rehusó a ser mera comparsa, o un sacrificio más al Volcán que olía un nuevo título para sus queridos felinos. Los Alebrijes controlaron la pelota, apretaron la salida de los locales, Danny Santoya ganaba la espalda de Ayala y Juninho, mientras que Fernando Madrigal ponía el primer aviso del partido, apenas a los 4'. Los sureños tenían todo a favor? menos el marcador.

Los dirigidos por Ricardo Rayas hacían callar el Volcán con el paso de los minutos, las respuestas felinas eran forzadas, lejos del convencimiento. La magia irradiaba el coloso universitario, se intuía una noche histórica, pero cual villano de fábula, Braulio Godínez apareció para derrumbar todo el equilibrio visitante, con un jalón sobre Juninho dentro del área. El propio brasileño cobraría magistralmente la pena máxima para abrir el marcador e, irremediablemente, dar cauce al encuentro.

El golpe fue muy duro para los Alebrijes, quienes para el segundo tiempo se dedicaron a correr detrás del balón. La confianza regresó a los neoleoneses, recordaron que el talento, la calidad y los pronósticos estaban a favor de Tigres. La llama de la esperanza de una hazaña fue erosionada definitivamente a los 67', Alan Pulido tomaba un extintor para que no quedaran duras, y también recogía un rebote cortesía del portero Sergio Arias para rematar con la portería a placer y poner el balón en las redes por segunda vez en la noche.

Sin posesión, sin peligro, y sin el marcador, Oaxaca se resistía a ver los cartones, su orgullo les impedía renunciar, pero su lealtad a la hora de jugar era todavía más loable que el título que su rival recibiría en minutos. Precedidos de su impecable reputación en la Copa MX (incluso desde la pasada edición), los Alebrijes buscaron a toda costa el empate, pero una vez más, el destino les recompensaría de una forma muy cruel, aunque en esta ocasión, de una forma más estética, con un bello cobro de tiro libre por parte de Lucas Lobos a los 82', con lo que se cerraba todo de la forma menos rebuscada y se sentenciaba la erupción en San Nicolás de los Garza.