Las casi cuatro horas de camino de Querétaro a Guadalajara cobraron factura a Ronaldino, quien fue el último en bajar del autobús en su arribo a tierras tapatías. Al jugador brasileño se le vio adormilado y para su fortuna no hubo tumultos para esperarlo.
Solamente una persona se dio cita en el hotel de concentración y le pidió una fotografía a "Dinho", pero apenas el sonrió y sin detenerse ingresó al lobby y de inmediato tomó rumbo a su habitación.
Por ahora, Ronaldinho no se ha detenido a dar entrevistas en zonas mixtas, ni tampoco en sus arribos a las sedes de juego donde Gallos Blancos ha tenido que llegar para cumplir sus compromisos de la Liga MX.
Lo cierto, es que por lo menos en Guadalajara se ha montado un cerco de seguridad alrededor del jugador, que pareciera excesiva, pero son disposiciones que ha pedido la Directiva de la escuadra queretana.
Este martes, Gallos Blancos enfrentará al Atlas en el Estadio Jalisco dentro de la Jornada 11 del Torneo Apertura 2014.
